Participación en clase: cada alumno a su ritmo
Existe la idea de que la velocidad a la que alguien es capaz de resolver un problema o dar una respuesta es un signo de inteligencia y capacidad, por lo que tendemos a resaltar estas capacidades en los estudiantes, celebrando a los más veloces, muchas veces privilegiando su participación por encima de otros. Esto se replica constantemente en un salón de clase que pide participación de los alumnos, pero que les da poco tiempo para preparar sus respuestas, lo cual puede llevar a algunos alumnos a dudar de sí mismos, pues aunque conocen las respuestas o tienen algo interesante para compartir con la clase su forma de participación requiere un poco más de tiempo.
Es importante apreciar las habilidades de cada uno, a veces una respuesta veloz es lo que buscamos y propiciar ejercicios que ayuden a su agilidad puede ser una buena idea, así como crear un contexto que haga sentir a todos seguros de expresarse, pero en términos de evaluación del conocimiento y participación de las aulas no siempre es necesario celebrar mayormente la velocidad, es importante también propiciar la reflexión, darle oportunidad a todos de mostrar lo que saben y participar activamente en el aula.

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Dales tiempo para pensar
Básicamente se trata de plantear preguntas que no impliquen la presión de una respuesta inmediata, esto puede significar darles tiempo para pensar sus respuestas en silencio o incluso plantearlas a lo largo de la sesión para que tengan oportunidad de encontrar las respuestas mientras se desarrolla el tema. Más tarde puedes abrir el espacio para que participen con las respuestas que obtuvieron.
Esto permite a los alumnos escuchar o analizar la pregunta, aprender a responder lo más relevante para el cuestionamiento y no solo buscar ser el más rápido en hacerlo, además le da oportunidad a estudiantes que no siempre son los más rápidos de demostrar sus conocimientos, sus reflexiones e ideas. También puedes propiciar la lectura de cada pregunta, buscar que todos escuchen activamente o lean con atención lo que la instrucción les pide.
Espacios seguros
El permitir que los alumnos tengan tiempo para pensar mejor sus respuestas puede ayudar a quienes sienten un poco de ansiedad ante la exposición. Los alumnos más tímidos pueden sentirse preocupados cuando se les pide participar sin haber tenido la oportunidad de pensar bien su respuesta, por lo que prefieren no participar cuando se abre la oportunidad, para ellos, ese tiempo de pensar y organizar sus pensamientos puede ser de gran beneficio.
En estos casos también es importante garantizar un ambiente seguro, donde todas las participaciones sean apreciadas, analizadas y obtengan retroalimentación.
Promueve el debate
Una de las ventajas de compartir nuestros pensamientos con mayor oportunidad de reflexionar es que ya no se trata solo de obtener la respuesta correcta, sino de observar cómo llegamos a esa conclusión, porque es que esa respuesta fue la mejor y qué implicaciones tiene esto para el tema que estamos viendo en clase. Promover entre los alumnos la discusión, la reflexión y el debate puede ayudarles a profundizar mucho más sus conocimientos y a conocer otros puntos de vista.
Este tipo de participación requiere un poco más de tiempo para pensarse, organizar los pensamientos e incluso la oportunidad de escribir o esquematizar sus respuestas, no solamente levantar la mano antes que alguien más, por lo que promover el silencio de reflexión es clave.
Participación escrita o visual
Cuando hablamos de evaluar la participación en clase muchas veces nos referimos solamente a la participación oral, que si bien es importante fomentar y ayudar a los alumnos a desenvolverse en todo tipo de expresión, también se enfoca en un tipo de participación que no siempre ayuda a los alumnos a demostrar realmente su atención a la clase o su conocimiento, por ello es que presentar otro tipo de ejercicios que sean también parte de la participación activa en clase puede ayudar a abrir el interés en esto. Permite que se entreguen ejercicios escritos, cuadros sinópticos o mapas mentales, también puedes pedir una actividad oral pero que sea a través de un texto previamente escrito.,
Poco a poco verás que los alumnos se animan a expresarse más y algunos se sentirán más cómodos levantando la mano cuando saben que pueden hacer otro tipo de actividades para mostrar sus aprendizajes.