Genero: La comprensión del SER v/s la estructura de usos y costumbres
Es indudable, que el concepto de genero ha cobrado relevancia en México, América y el Caribe. Sin embargo, pensar en una educación para la Paz como objeto de impacto, requiere de crear una cultura intrafamiliar de respeto por el otro; sensibilizando a las diferentes estructuras sociales y evolucionar hacia los principios fundamentales para la vida, en la cultura familiar.
La escuela, como factor de cambio jugará un papel importante en este reto cognitivo, procedimental, actitudinal y social colectivo. Las instituciones, tendrán que dar un giro real hacia la importancia del ser, de la misma forma, que se da la importancia al saber.
En este contexto, la inclusión del genero femenino como motor de evolución a dado pocos resultados, estamos muy lejos aún, del empoderamiento real de la mujer en el mundo laboral, social, familiar y político.
En realidad las Políticas Públicas deben insertarse en programas de igualdad y desarrollo, cuyo objetivo sea reducir brechas de desigualdad aun muy presentes en América. A pesar de que se ha iniciado una mayor participación de la mujer con un efecto multiplicador en un todo, aumentando el PIB. Esto en comparación donde la participación de la mujer es nula.
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Los números importan
En el mundo, cerca de 1000 millones de mujeres no se han desarrollado, por una falta de apoyo laboral y económico. Estos tiempos urgen a mover a las mujeres como motores de producción de un estado o nación reduciendo la brecha de desigualdad que aun existe.
La última década, América Latina ha tenido un buen desempeño económico, experimentando según la CEPAL, una reducción de 17% de pobreza entre 1990 y 2010; en los últimos años predice tan solo un crecimiento del 3.7 %. Es importante reconocer el aporte de la mujer en el sostenimiento de la economía.
La inclusión de la mujer en el México actual, a tenido procesos lentos y estratificados, esto no quiere decir, que afirmo que no existe una participación de la mujer, sino que su incremento ha sido leve; más aun en la fuerza laboral, que esta muy lejana de la participación de los hombres. Mientras que el empleo para una mujer oscila entre un 40%, el del hombre está por un 70%, en todos los países, ronda alrededor de un 85%.
¿Como afrontar la desigualdad?
Surge entonces la pregunta ¿Cómo afrontar esta desigualdad? Mencionare solo algunas, de las innumerables opciones para la inclusión de la mujer en sus contextos.
- Tendríamos que reestructurar las políticas laborales, replanteándonos que se relacionen con programas de protección social.
- La otra no menos importante es la escuela, como eje para la evolución de la sociedad y el cambio del discurso de género, donde la igualdad de genero y reconocimiento se de en forma transversal en todos sus procesos y modalidades educativas.
- Estructurar, programas de apoyo sociales para la atención de las mujeres vulnerables, donde la etnia, raza, color, estatus social y económico, sea una virtud de enriquecer la cultura y la economía y no hacer crecer la brecha de desigualdad.
- Incentivar programas, que desarrollen la inclusión social, la vida pública, de salud sexual y emocional, desde una perspectiva de igualdad y equidad de género.
- Crear modelos discursivos y de acción sobre la inclusión y la exclusión social.
Se ha hablado de la teoría feminista , como intersección y la interseccionalidad y la sexualidad como dispositivo de poder y campo de disputas en el discurso, mas no en los hechos, ya que influyen aun en pleno siglo XXI, la referencia normativa, el conjunto de creencias, valores y principios morales que guía la política pública; la visión de sociedad y noción de cambio social, que subyace al discurso de la política; y la concepción de sujeto supuesta por ésta, sin crear una verdadera conciencia social , donde los intereses y empoderamientos de los hombres, formen una cultura de comprensión, educar para la igualdad en la familia y el conocimiento de los derechos como individuos sin perspectiva de género débil o situación femenina o del hombre fuerte en situación misógina.
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