4 ideas para lograr el equilibrio en clase
Como docentes las tareas nunca terminan, todos los días tenemos una larga lista de pendientes que no siempre podemos atender, en conjunto con la tarea misma de dar clases y con el compromiso de comunicarnos con las familias de los alumnos, el trabajo fácilmente puede absorber la vida del docente. Sin embargo, tener un espacio para nosotros mismos y equilibrar nuestros deberes laborales con los familiares es muy importante.
¿Qué podemos hacer para organizarnos mejor y aprovechar el tiempo sin agotarnos? Hacer espacios para cuidar de nosotros mismos, distribuirlo entre las cosas que más nos importan y no dejar de lado nuestra tarea como docentes es posible, de hecho es esencial.

Índice del Artículo
Calcular y enlistar
Lo más importante es saber en qué utilizamos nuestro tiempo, cuáles son las actividades que realizamos todos los días y particularmente el tiempo que nos toma completar esas tareas cotidianas. Descubrir esto con la mayor exactitud posible nos ayudará a entender mejor cuál es nuestro ritmo, a calcular previamente cuánto nos tomará resolver algunas cosas y hacer espacio para las actividades más importantes.
Date oportunidad de observar el tiempo que dedicas a cada cosa en tu día a día, haz tus actividades con normalidad pero tómate un segundo para anotar el tiempo que dedicaste a cada paso de tu rutina, trata de ser lo más preciso posible. Esto te ayudará a conocerte mejor y a conocer mejor tus actividades, pues en ocasiones hacemos las cosas sin pensar, le damos poca importancia a cosas que nos toman más tiempo del que creemos y dejamos que otras cosas pasen sin resolverse.
Haz listas de tus pendientes
Al inicio de la semana o incluso al inicio de cada día procura hacer una lista de todos los pendientes que tienes enfrente, esto te ayudará a observar claramente qué es lo que tienes que hacer, también disminuirá la preocupación y el agobio de tener muchas cosas por hacer, pues muchas veces se transforma en una sensación abstracta que nos orilla a una mayor desorganización mientras tratamos de resolver cosas sin un orden real.
Una vez listados procura organizar cada tarea por orden de prioridad, las más importantes déjalas hasta arriba y las menos esenciales hasta el final, así podrás concentrarte en resolver lo más necesario, sin perderte en tareas de poca importancia, esto también te ayudará a tener un poco de tiempo, pues sabrás qué cosas puedes dejar para más tarde o para otro día.
Agrupa tareas
Cada tarea requiere cierto tipo de habilidades, disposición e incluso herramientas, es posible que algunas tareas requieran de mayor concentración, con silencio a tu alrededor, mientras otras puedan realizarse solamente cuando tienes a la mano cierto material o equipo. También para esto sirve enlistar los pendientes con precisión, así cuando enciendas tu computadora podrás resolver varias cosas en lugar de tener que encender la computadora repetidamente porque se presenta una nueva cosa por resolver. Agrupa tus tareas por el tipo de material que necesitas, las habilidades que requieres, el ambiente que buscas para poder concentrarte o por la disposición que te hará falta.
Sé flexible
Hay algo muy importante que debemos tener en mente para enfrentar cualquier día: no necesitas resolverlo todo, por ello es que priorizar es tan importante, pues aunque todo parece esencial, saber organizar lo más importante entre todos los pendientes que exigen resolverse te ayudará a obtener espacio para lo que realmente es más importante: tu bienestar.
Es importante ser flexible con los resultados de nuestras tareas, entender que no siempre podemos terminar los pendientes, pero siempre podemos concentrarnos en dar nuestra mejor versión a los alumnos, a sus familias y a la labor docente. Busca opciones o alternativas para los pendientes que se resisten más, esto puede ayudar a disminuir el tiempo que tardas en resolverlos, delega cuanto puedas y procura involucrar a las familias y a los estudiantes en su propio proceso.